A proposito
El origen de la revolución: una mancha de vino y un sueño
Todo empezó en una velada memorable. Marc, nuestro intrépido ingeniero, se había comprado una magnífica alfombra blanca. No era una alfombra cualquiera, era la alfombra. Y como toda buena historia, tiene su parte de tragedia: una copa de vino tinto, derramada accidentalmente por un invitado demasiado entusiasta (que, por cierto, no era Marc).
Ante este desastre nació un rayo de inspiración. ¿Y si Marc pudiera transformar esta incomodidad, este pequeño “ups” de vino, en un invento que cambiara la situación para todos?
Dustgo: cuando las manchas se convierten en anécdotas
¿Quién hubiera pensado que detrás de cada mancha había una anécdota hilarante o un recuerdo precioso? Con Dustgo, cada mancha es una oportunidad para contar una historia... ¡y verla desaparecer inmediatamente después!
Marc solía bromear diciendo que si Dustgo hubiera existido antes, su alfombra blanca habría seguido siendo... bueno, blanca. Y no habría tenido que inventar esta extraordinaria máquina de champú. ¿Pero dónde estaría la diversión en eso?
Dustgo & Marc: un dúo imbatible contra las manchas rebeldes
Al diseñar Dustgo, Marc no quería simplemente crear una máquina. No, quería un compañero de limpieza, un aliado. Y también quería, entre nosotros, evitar que otras alfombras inocentes fueran víctimas de copas de vino derramadas o de chocolates furtivos.
Cada champú Dustgo lleva un poco de esta noche, esta historia y, por supuesto, el humor poco convencional de Marc. “Si no puedes reírte de tus manchas, ¿de qué sirve?” decía a menudo.
Tu héroe multisuperficie
Cuando Marc imaginó a Dustgo, no solo pensó en la alfombra blanca con la que inició su viaje épico. No, amplió su campo de visión (y de acción). ¿Cuántos de nosotros nos hemos tomado el tiempo de limpiar ese viejo colchón que heredamos de la abuela o ese sofá que juramos que es "antiguo" pero que en realidad es simplemente... viejo y polvoriento? ¿Y qué pasa con los peluches amados por nuestros hijos, verdaderos reservorios de recuerdos... y manchas inexplicables? Sin olvidar los asientos del coche, testigos mudos de tantos derrames accidentales, comida rápida para llevar y cafés derramados.
Dustgo no fue diseñado para usarse sólo una vez al año, durante el “gran desastre del vino tinto”. Fue diseñado para ser la herramienta diaria, la que te ayude a darle nueva vida a todas esas superficies que muchas veces quedan olvidadas o descuidadas. Marc tenía un sueño simple: que Dustgo fuera el compañero de limpieza universal, para satisfacer a todos. Ya seas padre, estudiante compartido o un gran coleccionista de peluches, ¡Dustgo está ahí para ti, listo para afrontar todos los desafíos!